jueves, 13 de enero de 2011

CIEN AÑOS DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS en el CECAD

> lunes 17 [Av. Bolivia 537] - 7 pm
MESA REDONDA: "El entorno de Arguedas"
PONENTES:
- Fernando de Szyszlo (artista plástico)
- Alejandro Ortiz Rescaniere (antropólogo)

> miércoles 19 [Av. Bolivia 537] - 7 pm
CONFERENCIA: "Los ríos profundos y el Perú de hoy"
PONENTES:
- Ricardo González Vigil (crítico literario)
- Nelson Manrique (sociólogo)

> viernes 21 [Av. Bolivia 537] - 7 pm
MÚSICA: "Todas las sangres"
INVITADOS:
- La Sarita, acompañado de danzantes de tijera
- Grupo de música del Centro Cultural Aduni


http://www.ich.edu.pe/agenda/

martes, 4 de enero de 2011

Para akellos ke kieran ir al super concierto en el parke de la Exposición donde tocará el grupo Leusemia su álbum HOSPICIOS, acá les dejo las letras de las canciones. Apréndanlas bien para cantarlas todos juntos ese día...

01. Preludio y primera visita

Saludamos al Hospicios

Le damos los buenos días a sus pasadizos mordidos por el secreto
donde la caricia es un pozo ke sobrevuela los tejados de hielo
y los nudos del destino.

Pertenezco a ese oscuro acertijo
al velado coro de soles muertos / sobre antiguas lluvias en el horizonte
en el interminable intento por abrazar la flama de tus silencios
y a cada uno de los ciudadanos de esta séptima casa de la oscuridad...

02. Los hombres y mujeres de la plaza

La Daga en tu dedo es solo otra apuesta mortal
de algún asesino de luces serial de alguna doncella a ultramar
ke kiere a acercarse a mi almohada y tentar... despacio

La gente se reúne en la Plaza esperando ver sangre, burlarse y posar
Es solo otra mierda ke tiene la bendición estatal
La muerte es su Cultura es la basura ke muere despacio
Despacio...

La rabia en tus ojos me dice ke aún lo podemos lograr
Ke aun hay un sueño ke viene ... aún hay un sueño ke armar
Ke viene acercándose lento y despacio intentar... despacio
Despacio... y a la mierda!!

03. El hombre conflictuado con sus propios designios

En la Colina de los Duendes
en esa ciudadela de telarañas y de eternos enigmas sin brazos
había una multitud de remolinos.

En medio, estaba akella voz infrecuente
pregonando el latido de los sueños en el rígido canto de sus ojos
ke me incitaron a besar el torrente más cansado de tus labios.

Navegaba entre las piernas de tus dedos y de pronto una luz se sentó
Anda en busca de un sueño: No me kites el Aire no me kiten el Sol
Salí en busca de las cosas ke nunca necesitaré Porke akí...

Puedo ser feliz de muchas otras formas puedo ser feliz complicándome las cosas
Conversando kon la Noche indagando si la Luna se ha mudado o se esconde
Pues la llamo y no responde...

Salí en busca de las cosas ke nunca necesitaré Porke yo akí...
Puedo ser Feliz sin Dios y sin Banderas , sin más estandarte ke dos tibias y una calavera
Puedo ser Feliz sin Patria ni Fronteras , sin más fundamento ke una flor o tu rivera
Puedo ser Feliz sin Políticos de Mierda , sin moneda, policia o animales en mi dieta
Puedo ser Feliz sin toda esa cagada! , sin más ideal ke una lluvia o tu Mirada
Puedo ser Feliz sin ti... pero No Kiero!! ¿Porké iba yo a dejar este suicidio placentero?
y además... porke te Kiero!! Como un loco te espero!... Entre las piernas de tus dedos!

04. El hombre del otro día

El Hombre del Otro Día sale en busca de un recuerdo
ke extravió un día de Otoño no me acuerdo ni recuerdo, solo sé ke se perdió
El Hombre del Otro Día sale en busca de su sombra
se transforma en una isla donde trata de rearmar el rompecabezas de su vida
El Hombre del Otro Día sale en busca del Invierno
se tropieza kon la lluvia, ke le enseña un verso un cuento ke prefiere no contar

Y se asoma por su pekeña ventana tratando de encontrar una razón
Y mira las horas como pasan y aguarda a ke asome... tal vez... algo mejor

El Hombre del Otro Día sueña ke hoy es día de fiesta
ya no kiere despertar ke le apaguen los relojes, solo déjenme bailar
El Hombre del Otro Día traza un guiño hacia la Luna
No le importa si el espacio es infinito o va despacio solo espera verle allí

Y se asoma por su pekeña ventana tratando de encontrar una razón
Y mira las horas como pasan y aguarda a ke asome... tal vez... el amor
El Hombre del otro Día Un día se encontró un perro herido
lo abrazó y le dijo amigo le dio sombra y un recuerdo y todo lo ke había perdido
El Hombre del otro Día Un día se enfadó kon el espejo
desataron sus complejos estoy solo y estoy lejos de alguna historia de amor
El Hombre del otro Día Un día dio de cara con el Tiempo
Fue una sombra, un recuerdo una luna, un perro, un cuento ke ya nunca se contó

El Hombre del otro Día... se marchó sin previo aviso
No dejó ningún adiós empacó su poca suerte...
y nunca más volvió...
y desapareció...

"Ohe préstame un vídeo, pe"
"Ya, pe... pero... Otro Día!"

05. La mujer ke deseaba salir del camino, en busca del asesino precario - Parte 1

El reloj parecía dar la cuenta regresiva
Mirando desde akellas extremidades sus manecillas llenas de mundo
buceando en esa angustia ke no sabe ké dirección tomar

Tanto soñé con la locura ke su mirada terminó deslizándose
entre las paredes enlokecidas de la noche de akella luna sin párpados
entre el invierno de mis manos y las pupilas de la sal
ke interrumpieron la huida del viento y hasta el canto de las enredaderas.

Puse un dedo en el mundo
Me abrí paso a las crujientes cortezas de la sombra
-el asesino precario-
cuando comenzaron a sangrar los dedos de la memoria.
¿Kién sabrá de estas horas? ¿Kién acudirá en tu ayuda?
¿Kién sabrá lo ke esconderás? y veras... pasar horas...
¿Kién descifrará tu locura? ¿Kién llenará ese espacio?
¿Kién sabrá lo ke esconderás cuando al fin... ya tu no estés?

06. La mujer ke deseaba salir del camino, en busca del asesino precario - Parte 2

Esto es el final, el piso se hunde y te empiezas a ahogar
De todas maneras estoy demasiado cansado, asustado pa' hablar
Y mientras las olas se rompen al frente
ya no hay elección y vi tu cabeza estallar entre golpes de frío
...no viene el final.

07. La mujer ke deseaba salir del camino, en busca del asesino precario - Parte 3

Y... me llevaré la palabra al final del minuto
y silbaré la canción ke olvidé darle cuerda hacia ti
ke intenta arrancarme de ti de ese misterio ke escuda tu boca
esa boca ke escapa en la lluvia esa lluvia ke enciende en tus ojos
el reloj del deskicio y locura te buscaré... y te hallaré...

Maldeciré cada instante de ausencia ke no hable contigo
Terminaré cada tiempo ke kede encendido el reloj
Y acabaré... cada mundo ke siga asaltando un temor.

Si hasta el mago se olvido del hechizo
Tu olvidaste ke el tiempo se pasa...
Ke la herida se cierra y se marcha...

08. El hombre ke no podía dejar de masturbarse

Cuando Octubre cayó sobre sus ojos
se agotaron los días de verme en remojos
Caminaba entre islas sin puerto seguro
como ciegos ke miran de reojo al futuro

Ke nadie me apague la luz, para poder ver sus ojos
Ke nadie me apague la luz, para poder ver la luz de su luz
y la luz de su luz de esa su luz

Soñaré ke sueñas un sueño indiscreto , ke despierta en secreto en un pueblo remoto
Kon el pliegue de invierno ke viene de costado
kon el miedo agazapado y kon el santo en alboroto

Ke nadie me apague la luz, para poder ver sus ojos
Ke nadie me apague esa luz, para poder ver la luz de su luz
y la luz de su luz de esa su luz

Kiero estar en todas, embriagarte a solas
kiero enterarme de tus pasos, incluso de akellos ke no son exaktos
Kiero violentarte, y cada noche explorarte
y ser el único perro ke te ladre, ke te muerda y ke logre atraparte.

Desearé ke tu viento no traiga un reposo (ni uno solo)
controlarte deseo, soy un viejo celoso (mañoso, morboso)
Y es por eso ke kiero -a veces- amarrarte (anudarte...)
y es kontigo ke kiero hasta el fin masturbarme.

Ke nadie me apague la luz, para poder ver sus ojos (¡y todo lo demás!)
Ke nadie me apague esa luz, para poder ver la luz de su luz
y la luz de su luz de esa su luz.

Cuando mis ojos cayeron en ésos... tus ojos

09. El hombre ke conversaba con la luna - Parte 1

Mis ojos perdieron la costumbre de arañar
y mis sueños no se diferencian de mis paseos cotidianos.

Suelo ver doctores explorar con su cerebro el infinito
y a los locos, tratando de sacar el infinito de sus cerebros.

En ese continente de rostros y tejidos desatinados, en ese cofre de los miedos
la Luna es lunar de luz en el firmamento cuelga su escalera hasta mi relato
en busca del gris simulacro de la vida.

Luna, ¿qué sabes Luna? Espero encontrarte al salir de esta celda
Y cantarte mis silencios de Luna

Dudas si hay tiempo, y dudas de ir a abrazarte en la bruma

Me siento a mirar y a reflejarme en tu pecho voy a acercarme derecho hasta oírte a oscuras
Y voy a gritar hasta verme en pedazos , voy a morir en tus brazos, esta noche o ninguna...
en tu mueca obscura...

Cuando veas los espejos apuntando a tus espaldas, sabrás ke los mitos no son para ti .

10. El hombre ke conversaba con la luna - Parte 2

Dios la creó y la mandó hasta la Tierra Yo me escondí y escarbé entre la arena
¿Encontraré acaso alguna respuesta? ¿Una mirada, alguna Luna Nueva?
Los guardias entraron y me hicieron mierda . De este lugar solo escupo tristezas
Ando buscando una puerta trasera o esa mirada que viene del mar

Yo sigo escuchando esas voces ke claman “huir de este sitio”, “huir del lugar”
Y siguen entrando esas luces extrañas y ese sonido ke viene del mar
Ando buscando... mi cabeza y huir al mar...

(es el 18 , llamem al doctor Marcer , cierren la pueta 7, va por el corredor ...alto hay el patio ...el patio )

11. El hombre ke conversaba con la luna - Parte 3

El Hospicio es... nuestra última frontera.

Más allá de sus muros sólo hay.. Locura...

12. Redoble por las brujas de Calango o Marcha de los ciudadanos de la Séptima Casa

Los internos se despedían de sus noches
y se aprestaban a salir del tacto silencioso de sus celdas
donde hasta la luz se arrastra, agotando la savia entre sus dedos
en el impulso blanco de algún acertijo celeste...

¿Es necesario ke te vayas, mamá?
¿No deberían mas bien cerrar el Nosocomio
y ke todos los locos corramos libres por la calle?...

Kiero ver de nuevo al Mago de Agua
Kiero conversar kon alguien ke no sea el Vigilante
Kiero volver a tener sueños, dejar de volar entre barrotes
y dejar de ondear la mirada de entre
los páramos secos del olvido.

13. Historia de la moneda ke fue lanzada y dio vueltas tantas veces

La séptima casa, recogió las marcas del hospicio
lanzándome a la soledad de las renuncias
escupiendo una cicatriz en el cielo naranja de su espejo.

Al este del recuerdo, se sentenciaban los verbos
comunicándose unos a otros sin salir de las habitaciones
preguntando si las olas llegan solas
o tienen algo kon la orilla ante los ojos del viento.

Siento ke puedo correr hacia ti
Siento ke puedo burlar al celador de la cordura
Siento ke he sentido mis sentidos en las ventanas de los buitres
Y siento ke he perdido todo, menos la razón.

La moneda fue lanzada y dio vueltas tantas veces
Ya la suerte estaba echada de reojo, de costado o de frente
Ta' prohibido un paso en falso pues el tiempo se apresura
"Ya no arañes más el mundo
ke el fantasma -ke no perdona- ya llegó"

Enviábamos señales desde puertos clandestinos
abordando algunos guiños, tan urgentes sobre naves sin destino
Se ke tiene 100 mentiras amarradas a su boca
sin mediar palabra alguna buscaremos en los rincones, debajo del tiempo ... la razón

14. El hombre ke buscaba el silencio en una hoguera

Ando rozando el silencio cercano en el patio vecino se escucha un sermón
Y la noche ke alumbra sin dejar un rastro lanzando un suplicio desde su balcón
Mientras sigue extraviado ese beso en tus hombros y me llevo mis ojos a otro lugar

Kiero seguir en tu acera , Kiero estar en tu hogera, Kiero estar donde tu estás
Kiero seguir en tu acera , Kiero el color de tu ofrenda , Kiero estar donde tu estás..

He visto la historia de mi país... en las ruinas ke secan al sol sus miserias.
La escotilla del mundo es un ojo de Abril sembrado de nubes de calle aledaña.
Y los brazos ke se alzan 2 calles abajo sobre un tiempo ke esconde la mano y se va.

Kiero seguir en tu acera , Kiero el calor en tu hogera , Kiero estar donde tu estás
Kiero seguir en tu acera , Kiero verme en tu vereda , Kiero estar donde tu estás...

15. Postlunio, última visita y el último giro de la moneda

En el rincón más recluso de la casa , en la solana de tu boca
como una lluvia de incendios sin cabeza
terminaron por encontrarse todos los fantasmas del Sumidero
perpetuamente niños , perpetuamente ausentes
hasta llegar a la esperanza de las tumbas.

Los profetas de las ilusiones decapitadas
harán ke cierre mis brazos de arena y trataré de no soltarte
ni a tí, ni a tus silencios , ni a tí, ni a tus extremos
ni a esa luz estrangulada ke se aloja en mi piel
y en cada astilla de mi noche más muda y más ciega
ke te buscará... en lo más silencioso de esta
séptima casa de la oscuridad.

16. Cenáculo, el adios de los creadores de la cordura

Y dice "adios" el Sumidero , aún abrazo tu sombra y ni me entero
Sube y da vueltas y alcanza mirar pero no ve ni su sombrero.

La moneda ke gira se fue a su entierro aún llevo tus ojos como un incendio
Si detienen el mundo yo me bajo primero.. Pues se oye mejor akí en silencio...
Alcánzame esa luz : te kiero
No me la apagues ke aún no veo.

Y de akí, nos despedimos del Hospicio
Le damos las buenas noches a sus puertas sin nombre
a sus luciérnagas iluminadas de prisiones, de renuncias, de locuras!
de ventanas pekeñas y de causas perdidas
de niños reincidentes y de espejos destrozados.

A sacarle filo al corazón , a montar cada gota de lluvia
cada luz ke colapsa , cada voz ke se esconde en la nube más tibia y certera
en esa oscura armonía ciudadana
donde nos daremos... un abrazo! y un salud!
...¡por los espejismos! ...¡por las hogueras!
por tu sonrisa ke la llevo como una encrucijada en bandolera
y porke a pesar de todo... aún te canto....... ¡locura!!

El horror de Dunwich

(Cuento de ciencia ficción)

En un pequeño pueblo viejo y deshabitado, llamado Dunwich, vivía una mujer junto a su padre. Ella tenía por nombre Liviana Watheley (una mujer albina de 35 años un tanto deforme y sin el menor atractivo). Un día dio a luz, un domingo 2 de febrero de 1913 a las 5 de la mañana, a un hijo que tuvo como nombre Wilbur. La fecha se recuerda porque era el día de la Candelaria (se oyeron ruidos en las montañas y los perros ladraban). Después del nacimiento por el pueblo corrieron muchos rumores pues el hijo no tenía padre conocido, pero el más extendido fue que el chico había sido concebido gracias a un conjuro. Cuentan que Lavinia susurró extrañas profecías de su hijo sobre sus extraordinarias facultades y su impresionante futuro que le aguardaba.

A medida que el tiempo iba pasando Wilbur iba creciendo a un ritmo vertiginoso. La gente empezó a tener aversión por él (marcado por la brujería y cuando gritó Yog-Sothoth con un gran libro entre sus manos; los perros se enfurecían al verlo). En el pueblo empezaron a suceder hechos anormales. Cada víspera de mayo y de todos los Santos (dos veces al año) los Watheley solían celebrar diabólicas hogueras y entonar sus infernales rituales ante la piedra con forma de mesa en la cumbre de Sentinel Hill. Su abuelo poseía una granja de ganado, la cual fue desapareciendo misteriosamente. Esto provocaba que la granja tuviese un ambiente enrarecido y desprendiera un olor nauseabundo que se podía comprobar en cualquier parte del pueblo. El abuelo de Wilbur, ni bien nació éste, realizó reparaciones en la casa, en el piso superior.

En una primavera, el viejo Watheley presentía su muerte. Las chotacabras (aves conductoras de almas al reino de los muertos) acudían por las noches a chillar bajo su ventana. Es así que un día Wilbur llama al Dr. Houghton. El viejo balbucea algunas palabras entrecortadas a su nieto. Lavinia no cesaba de llorar, en tanto que Wilbur se echó a reír. Luego de la muerte de su abuelo, el muchacho decidió seguir con el negocio de la granja de ganado del abuelo, pero seguía ocurriendo las mismas pérdidas de ganados. Él también realizó reparaciones en la casa, pero en el piso inferior, trasladando los libros heredados por su abuelo, que en su mayoría eran libros de brujería. Tenía muchos ejemplares pero le faltaba uno titulado Necronomicón (en una versión completa), y a pesar de sus esfuerzos no podía conseguirlo. Es así que se dirige a la biblioteca de la Universidad de Miskatonic en Arkham, pero su intento por conseguir el libro falla.

El Dr. Armitage leyó el libro Necronomicón y luego prohibió a las demás bibliotecas que le den un ejemplar a Wilbur. Ante ello, Wilbur decidió robarlo en la librería de Arkham pero al momento en que se llevaba el libro el perro guardián de la biblioteca lo muerde hasta dejarlo destrozado, emanando de él un olor nauseabundo, similar al que se desprendía de la granja de su abuelo. El Dr. Armitage y sus dos colegas: Dr. Morgan y Rice, descubren a una ser que se trataba de una criatura humana, con manos y cabeza de hombre pero el torso y las extremidades inferiores tenían una forma monstruosa; del abdomen brotaban un montón de largos tentáculos, entre grises y verdosos. Antes de morir, Wilbur balbuceó las siguientes palabras: “N’gai, n’gha’ ghaa, bugg-shoggog, y’hah; Yog-Sothoth, Yog Sothoth…”.

Pero el verdadero horror de Dunwich empezaría en el año de 1928. Se escuchaba un ruido estruendoso en las montañas como por el insoportable olor y sonidos que salían de los dos pisos entablados de la granja vacía de los Watheley. Luego, por la mañana, Luther Brown (mozo de la familia Corey) vio que la casa entera de los Watheley había volado por los aires y que hubo restos de madera por el suelo, como si hubiese estallado una carga de dinamita en su interior, y de que encontró huellas espantosas llenas de sustancia pegajosa y vacas de la familia Seth que estaban muertas con signos de haber sido chupadas la sangre. La criatura se dirigió hacia el barranco de Cold Spring. La gente estaba desconcertada, seguían desapareciendo las vacas y dos familias fueron aniquiladas (la familia de Elmer Frye y de Seth Bishop).

Por otra parte el Dr. Armitage estaba descifrando, junto a otros especialistas, el manuscrito que Wilbur había dejado en su escritorio en la granja. Después de tanto esfuerzo consiguió su objetivo, en el cual se aclaraba cuál era el plan para acabar con la humanidad. Ante este hecho los doctores decidieron que había que desaparecer a la criatura que estaba aterrorizando al pueblo y hacerlo desaparecer mediante un conjuro.

El lugar elegido para hacer el conjuro fue la cima del Sentinel Hill. Los aldeanos esperaban a lo lejos. Uno de ellos (Curtis Watheley) miró por el catalejo y pudo apreciar a la criatura infernal. En su último aliento el monstruo gritó el nombre de su padre.

Después de finalizar el conjuro cayó un rayo sobre la piedra altar y una gigantesca ola de hedor baño toda la montaña hasta el pueblo. Árboles, maleza e hierbas fueron arrasados por la furiosa acometida, los aldeanos casi se asfixian y las chotacabras estaban por todo el bosque muertas. Luego, el nauseabundo hedor desapareció. Se argumentó en el pueblo que aquella extraña bestia y Wilbur eran hermanos y que la bestia se mantenía oculta en la granja alimentándose de las vacas que su abuelo y hermano le compraban.

Howard Phillips Lovecraft: Los mitos de Cthulhu

(Adaptado por Adolfo Ramírez Serna)



Kawillaca, el origen de las Islas en el Mar de Lurín

(Leyenda costeña)


En tiempos muy antiguos, anduvo paseándose con su yacolla (manto) y su cusma (túnica) tomando la apariencia de un pobre hombre, harapiento, pobrísimo, por entre las comarcas de estos reinos. Sin saber de quién se trataba, algunos hombres lo trataban de mendigo y murmuraban al verlo: “miserable y pobre piojoso”. Sin embargo, este hombre poseía poder sobre los otros.

Por aquellos tiempos, había una doncella llamada Kawillaca. Era una doncella a la que todos admiraban, porque era muy hermosa, de belleza sin par, por eso muchos hombres la deseaban. Pero ella lo sabía, por eso no se inmutaba por tan grandes aprecios a su persona. Ella a todos los rechazaba de plano, sin que ninguna huaca la llegase a convencer o seducir, menos a conquistar, porque ella tampoco lo deseaba así.

Sucedió que la doncella Kawillaca, estaba tejiendo debajo de la sombra de un lúcumo. Al saber de esto, Cuniraya, que tenía muchas cualidades sobrenaturales, porque también era sabio, se convirtió en pájaro y subió al árbol. Ya en la rama tomó una lúcuma madura, le echó su germen masculino e hizo caer el fruto delante de la mujer, muy cerca de ella. Ella tomó el fruto y sin vacilar se lo comió. Así quedó embarazada, sin haber tenido contacto físico con ningún hombre.

Pasados los nueve meses, como suele suceder con las mujeres, ella llegó a alumbrar, pese a ser todavía una joven doncella. El primer año crió sola a su huahua, amamantándola. Ella siempre se interrogaba quién podría ser el padre de la criatura y no tenía respuesta. Y cuando la criatura llegó a cumplir un año y ya gateaba, mandó a llamar a todas las huacas y huillcas para saber quién era el padre. Se afirma que cuando escucharon el mensaje, todas las huacas se sintieron regocijados y con sus mejores vestidos y atuendos, asistieron al llamado, cada uno convencido de ser a quien Kawillaca amaría. Este encuentro se dio allá en donde empieza el río Lurín, por donde se hallan majestuosas montañas y donde se encuentra la pacarina de Pariacaca. Tras la congregación, los huacas sagrados decían al unísono: “A mí ha de quererme, a mi ha de amarme”.

En el lugar se sentaron a esperar la propuesta soñada. Al instante, salió la mujer con su hijo en los brazos y se dirigió a ellos preguntándoles quién era el padre, y al no encontrar respuesta dijo que iba a dejar que el propio niño reconociera a su padre. En ese momento Cuniraya Wiracocha, del que se decía era un ser despreciable. Se sentó humildemente muy cerca de la congregación de los señores, vestido de pobre, todo andrajoso y pestilente, y a quien en todo momento ignoraron. La mujer al pasar cerca de él se dijo en su adentro: “Mi hijo no puede ser de un miserable harapiento”.

En tanto nadie decía nada, ella decidió ejecutar su plan, y a la huahua le habló

— Escoge, entre los señores principales que aquí veis, a tu padre.

Y así fue, la criatura empezó a gatear, pasó de largo donde se encontraban las huacas sagradas hasta donde estaba sentado tranquilamente Cuniraya, su progenitor. Kawillaca se sintió humillada al ver que su hijo había escogido al hombre harapiento, y enfurecida dijo:

— ¡No puede ser! ¡No es posible que un hombre tan miserable sea el padre de mi hijo! ¡Nunca!

Y diciendo esto le arrebató a la criatura de sus brazos y fugó del lugar hacia el mar, río abajo. Mientras Cuniraya Wiracocha viendo la huida, enseguida se vistió delante de todas las huacas, son su traje de oro y gritó: “Kawillaca, espérame, mírame, contémplame; ahora soy otro, ahora visto con mis mejores trajes y mi oro, ahora soy hermoso”. Pero Kawillaca no se percató. Seguía avanzando camino abajo, sin volver los ojos a Cuniraya Wiracocha, hacia el mar.

En su recorrido por encontrar a Kawillaca se encontró primero con un cóndor, a quien le preguntó:

Hermano cóndor, ¿en dónde te encontraste con la doncella que llevaba una criatura en sus brazos? Y el cóndor le contestó:

Está muy cerca de este lugar, por aquí pasó hace poco. Sigue ese camino y has de encontrarla pronto.

Y Cuniraya Wiracocha, le dijo:

Hermano cóndor, por haberme dado una buena noticia de Kawillaca, te deseo larga vida. Serás el amo de los cielos.

En su recorrido encontró a un zorrino, a quien le preguntó lo mismo que al cóndor y el zorrino respondió:

Es en vano que sigas buscándola, ella está ya muy lejos, ya no la encontrarás.

Por haberme dado una respuesta mala –dijo Cuniraya– te condeno a no caminar durante el día, los hombres te odiarán y apestarás.

Siguió. En su trayecto hacia el mar se encontró con un puma que, a la misma pregunta, le respondió:

Estás muy cerca de aquí, si te apuras la alcanzarás. Cuniraya, alentado, respondió:

Serás muy amado por tus grandes dotes, como nunca nadie lo fue.

Después se encontró con el zorro, quien le dijo que Kawillaca estaba muy lejos y que no la alcanzaría.

Cuniraya, enfurecido, le dijo:

Todo el odio de los seres caerá sobre ti, te dirán que eres el más malvado de todos, te odiarán mucho.

También, en su camino, se encontró con un halcón que le dijo:

Kawillaca se encuentra muy cerca e inclusive ya estás muy pronto a alcanzarla. Cuniraya, le dijo:

Tendrás felicidad a tu lado, comerás picaflores y otras aves.

Siguiendo la misma ruta se encontró con un lorito. El lorito le mencionó:

Kawillaca va muy lejos de aquí, ya no te será encontrarla. Cuniraya, le maldijo:

Caminarás gritando, fuertemente y tu intención de destruir las cosechas serán inmediatamente avisada para ahuyentarte del lugar.

De ese y otro modo, a cada cual que le daba una buena noticia, Cuniraya Wiracocha le daba parabienes y sus gracias, le dotaba de dones y de un buen porvenir. Y si era todo lo contrario, es decir, si les daban malas noticias, lleno de furia los condenaba para toda su vida. Así llegó a la misma orilla del mar.

Kawillaca se mostraba triste y dispuesta a sacrificarse por haber tenido un hijo de un miserable y harapiento, lo que para ella era significaba una deshonra sin límite. Su huida hacia el mar era para quitarse la vida, por eso decía: “Por haber parido un hijo de un hombre inmundo, despreciable, me quitaré la vida para siempre, desapareciendo en la inmensidad del mar”, y así se arrojó al agua, convirtiéndose en dos grandes piedras, las mismas que tienen semejanza a la de dos seres humanos, mar adentro, en las tranquilas aguas que están frente al oráculo sagrado de Pachacamac.


Cuando Cuniraya presenció lo ocurrido, entró al agua, provocando que las aguas se agitaran. Fue por esta razón, dicen los viejos ychmas, que se convirtió castilla; “el antiguo mundo también a otro mundo va”.


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